LA TINTA DE FONTI

Estudio de Tatuaje en Córdoba

#LATINTADEFONTI

ESTUDIO DE TATUAJE EN CÓRDOBA › HISTORIA

Hola, lo primero será darte las gracias por tu visita a #LaTintaDeFonti, mi estudio de tatuaje en Córdoba. Sobre mí puedo contarte que me considero un tipo suertudo, por haber conseguido alinear trabajo y pasión. Aunque creo que ni siquiera es justo llamarlo trabajo cuando casi diariamente, me pasa eso de estar en el estudio creyendo que son las seis de la tarde y el reloj me sorprende diciéndome que son las ocho y media.

Algo que me recuerdan a menudo cuando me siento a una mesa en familia, es que era un niño «raro» porque más raro era escucharme decir «estoy aburrido». Cuando la tele o mi baúl de juguetes y trastos ya no podía hacer nada más por entretenerme, siempre recurría al cajón de las ideas.

AQUEL CAJÓN PREFERIDO

Era un cajón en el que no había prácticamente nada que tuviera valor o utilidad para ser guardado. Donde casi todo estaba desordenado, roto o incompleto, pero donde siempre surgía el mismo milagro.  Al abrirlo me quedaba unos segundos mirando como esperando algo que me sorprendiera, pero nunca había nada nuevo y siempre terminaba cogiendo un lápiz, un trozo de papel y me iba a la mesa a dibujar hasta quedarme dormido a veces, me cuenta la familia.

estudio de tatuajes en CórdobaEL GUSANILLO DE DIBUJAR

Sin duda alguna, mucho tuvo que ver en todo esto mi abuelo, también conocido como Fonti, que siempre que llegaba a casa, me ponía un taburete sobre una silla, me daba un lápiz, le pedía que me guiara la mano y me emocionaba con lo que yo era capaz de dibujar, porque era yo el que tenía el lápiz en mi mano, aquello era mágico.   

A partir de ahí los mayores, que saben tomar buena nota cuando descubren algo que entretiene o emociona a un niño, en mi caso los míos no se complicaron mucho o casi nada con mis regalos de reyes o cumpleaños.

Los estuches de ceras o rotuladores, maletines de pintura, caballete, láminas y lienzos,  empezaron a apoderarse del espacio en mi habitación, desplazando hacia los altillos a todos aquellos juguetes que para mi eran artefactos de los que pasaba olímpicamente.

LA BÚSQUEDA

Mis padres, como hacen la mayoría, en la búsqueda de actividades extraescolares con las que poder desarrollarme, relacionarme, etc., cuando tenía unos cuatro años tuvieron la «brillante idea» de matricularme en la escuela infantil del Córdoba C.F. Esto creo que fue lo último que les permití elegir en mi nombre, al menos sobre mis preferencias de ocio. Creo que fue en ese lugar donde di la última patada a un balón. 

Dicen que era un niño tranquilo, siempre seguía instrucciones sin resistencia por eso aunque yo no entendía muy bien aquella extraña iniciativa conmigo y el futbol, confiaba en que mis padres nunca se equivocaban y seguro que aquello era mi verdadera pasión, aunque tan oculta que ni yo mismo lo había percibido    ¡que cosas!  

Obviamente aquello no pasó de una anécdota de pocos meses, afortunadamente se les ocurrió sacarme de allí y apuntarme a unas clases de manualidades, pintura, etc. Apenas con seis años, fue todo un descubrimiento para mi y en los primeros cursos de primaria, tenía un profesor exagerado y adulador de padres, que me llamaba alguna vez «El Pequeño Picasso». Yo no sabía quien era ese tipo, ni tampoco me interesaba en absoluto, yo estaba en mi mundo de seis años.

Lo que sí recuerdo es que los compañeros, rivalizaban por conseguir antes un dibujo mío de Goku o Digimon en la portada de sus cuadernos.  Hoy reconozco que aquellas habilidades con las proporciones, la perspectiva, y más tarde con las luces y las sombras, fueron mis primeras armas de seducción que ya empezaba a utilizar de forma consciente. Aquello me molaba, era todo un chollo, me encantaba dibujar y además con ello impresionaba, empezaba a tener followers, ya lo dije antes, un suertudo.

Pero sin darme cuenta, el tiempo pasaba y me llegó ese otro momento complicado para un pre-adolescente que se aproxima a la edad de elegir estudios o profesión, y que en mi caso además, llegué a esa etapa con una pasión definida como era para mi, el mundo de las artes. Tanto profesores, como el entorno familiar o la propia sociedad, me hacían creer porque así lo creían ellos también, que el camino acertado hacia la salida laboral, era estudiar bachiller, tal grado, o tal ciclo y que de pintar no iba a poder comer, ni de coña.

EL DESCARTE DEFINITIVO

Otra vez a las andadas, me veo estudiando informática por aquello del futuro más cierto y de nuevo a tener paciencia y esperar que algún día sintiera de forma milagrosa, que aquello era lo mío, cosa que no ocurriría. Esta vez la culpa no fue de nadie, tampoco mía, solo de las falsas creencias que vamos adquiriendo sobre lo que nos conviene, aunque estas creencias casi siempre nos las inyecta el entorno inmediato, la sociedad y sus manías.

Al tercer año de estudios, aquello no tenía ya sentido alguno y tomé la decisión de abandonar ese mundo del que lo único que recuerdo es que casi todo terminaba en «ware» que no resonaba en absoluto conmigo y que me producía una pereza que me llevó al descarte definitivo. 

Igual que cuando me quedaba en blanco y sin recursos de ideas siendo pequeño, regresé a mi cajón preferido, donde siempre surgía algo que molaba y allí estaban esperándome mis dos incondicionales, los que a día de hoy siguen sin fallarme, mi lápiz y mi cuaderno de dibujo. Ellos siempre fueron más conscientes que yo, de que finalmente iría a buscarles sin vuelta a atrás. Gracias a ellos y desde entonces, hoy puedo vivir de lo que realmente me hace feliz. 

ALCANZANDO SUEÑOS

tatuaje en cordobaEn todos estos años, seguí formándome de manera autodidacta en diferentes disciplinas que me permitían expresar ideas y sentimientos sobre distintos soportes y con diferentes técnicas. Poco a poco fui definiendo referencias sobre esos estilos en los que hoy me muevo con seguridad.

En todo este proceso de exploración surge hace unos ochos años, mi gran descubrimiento, el que me trajo hasta aquí, el Universo Tattoo. 

Un territorio en el que he alcanzado de forma plena la posibilidad de expresarme artísticamente, además de vivir cómodamente de lo que me gusta. El espacio donde más me divierto y con lo que además consigo generar emociones en todas las personas que cada día me confían su piel en mi estudio de tatuaje en Córdoba.

Con esta historia de #LaTintaDeFonti, solo he pretendido que conozcas un poco sobre mi y cómo llegué hasta aquí, pero sobre todo quiero recordarte que tú también tienes una historia, una idea que te divierte, que te hace feliz, un pensamiento que te identifica, un recuerdo o sentimiento que quieres perpetuar o quizás una ilusión que te emociona y a la que estás pensando dedicar tu próximo tatuaje. 

Ahora cuéntame  >> AQUÍ esa historia tuyaseguro que va a ser emocionante convertirla en arte y llevarla a tu piel. 

¡Muchas gracias!, 
FONTI

Tatuajes en Córdoba

H O R A R I O  D E  E S T U D I O

De lunes a viernes

10:00 13:30   y   17:00 20:00 

Sábados de 10:00 13:30

Sólo con CITA PREVIA

EL ESTUDIO

Puedo decir que dentro de lo atópico que suele ser el perfil del tatuador, junto a mi compañera Beatriz Castaño, somos una coctelera que agita creatividad, buen rollo, profesionalidad y pasión por lo que hacemos.  

Hoy me siento afortunado de contar con mi propio estudio de tatuaje en Córdoba, un espacio donde compartir contigo #LaTintaDeFonti

Últimos Trabajos

#LaTintadeFonti › Tatuaje en Córdoba

Enséñame a alguien con un tatuaje y yo te enseñaré a alguien con un pasado interesante

JACK LONDON

El Blog de Fonti

    Información sobre tratamiento de datos